Si convives con una persona que busca decirte cómo debes vivir tu vida, ¡cuidado! estas cerca de un manipulador, agresivo, intimidador y, sobre todo, controlador excesivo, ¡checa estos consejos!

En mi programa de radio "Por el placer de vivir" siempre cierro con una frase que es emblema del programa, "el problema no es lo que te pasa, si no cómo reaccionas a lo que te pasa".

Uno puede ser amigo de su ex, pero es lo menos recomendable, por la simple razón de que "donde hubo fuego, cenizas quedan", ¡ups!

Thomas Alba Edison dijo una vez... “No he fallado, solo encontré 10,000 caminos que no funcionan”, eso es ser una persona exitosa, ver lo negativo cómo algo positivo.

Cada día podemos cambiar nuestro saldo interno a favor, pero a veces nos dejamos guiar por cosas externas que no podemos controlar, ¡cambia de chip!

Mantener una relación siempre será complicado, ¡más no imposible!, por eso tienes que cuidar varios puntos de ti y de tu pareja para no terminar en una relación tóxica o una separación.

Una separación es un proceso que se tiene que vivir, por eso, tienes que aprender a decir adiós, aun cuando duele.

Si alguna vez te has sentido perdido, y que te falta esa chispa para vivir, recuerda que todos podemos salir de esa situación con una decisión... ¡ser feliz!

Hay muchas maneras de nutrir una relación y demostrarle a esa persona que la amas, pero algo básico es escucharla, enamorarse de ella todos los días, y sorprenderla.

Los padres nos ponemos muy nerviosos en cuanto oímos que el hijo de algún conocido ya está aprendiendo a leer y a escribir, con sólo 3 años. Y el nuestro se pasa el día jugando y viendo la televisión, y ya está a punto de cumplir los cuatro años.

Durante este proceso complicado para el mundo, lo ideal es encontrar comprensión de la nueva realidad.

El miedo a envejecer, sin caer en la fobia llamada gerascofobia, es más común de lo que pensamos

¿Te has sentido cansado, mental, física y emocionalmente de una persona que está en tu vida? Tal vez la llevas cargando en la espalda y no en le corazón. Eso sucede con los parásitos emocionales.