Cómo lidiar con personas controladoras
Hay una canción que dice “todo el mundo quiere dominar el mundo”, y puedo asegurarte que tiene mucha verdad.
¿Cuántos de nosotros no quisiéramos que ciertas personas se comportarán a cómo NOSOTROS queremos?, ya sea por una razón u otra, uno a veces busca que los demás piensen cómo nosotros.
Es algo que muchas veces no queremos admitir, pero por vergüenza, pero es común.
Pero, ¿qué pasa cuando alguien quiere que vivas de cierta manera, pienses de un modo, y actúes de una forma u otra?, obviamente es un ataque a tu modo de vida.
Te diré, hay muchas personas así, y probablemente convivas con una de ellas, ¡ups!
Si quieres saber si vives o no con una persona así, a continuación te digo una serie de estrategias para lidiar con este tipo de gente…
1.- Esfuérzate por mantener la calma, la compostura y la asertividad
Una de las características más comunes de los individuos agresivos, intimidadores y controladores es que les gusta deliberadamente (pero a menudo inconscientemente) molestarte o intimidarte-
Manipulan tus decisiones, tus acciones o procesos de pensamiento.
Cómo respuesta, mantente firme en tus convicciones y valores, no cedas ni un poco de ti a esa persona.
2.- En la medida de lo posible, mantén la distancia
Otro consejo para lidiar con una persona controladora es mantener la distancia.
A menos que haya algo importante en juego en la relación, no te pases el tiempo tratando de tratar con una persona que está negativamente atrincherada.
¡Qué no te contagie de su negatividad!
3.- Pasa de la actitud reactiva a la proactiva
Ser conscientes de la naturaleza de las personas agresivas, intimidatorias y controladoras puede ayudarnos a desacreditarnos de la situación y pasar de ser receptivos a asertivos y proactivos.
4.- Trata de recuperar tu poder
Un patrón recurrente de estas personalidades es que les gusta centrarse en la persona-objetivo, para que se sienta incómodo o inadecuado.
Una forma simple, pero poderosa, es cambiar esta dinámica, trata de recuperar el control y poder que tienes.
Nadie, absolutamiente nadie, tiene que decirte cómo debes vivir tu vida. ¡Recuerda!