¡Libérate del estrés! Te presento 2 estrategias para bajarle a tu acelere

15 abr 2025
Psicología
¡Libérate del estrés! Te presento 2 estrategias para bajarle a tu acelere

Voy a comenzar este artículo con una frase muy matona de la psicóloga española Georgina Hudson.

“No se trata de gestionar el tiempo; se trata de honrarlo. Se trata de recordar que el estrés no viene de la cantidad de cosas que hacemos, sino de la manera en que las vivimos.” ¡Zas!

¿Cuántas veces nos sentimos atrapados?, que sientes hay demasiadas cosas por hacer y no las haces, que debes tomar demasiadas decisiones con demasiadas expectativas. Probablemente más de una vez.

El tiempo—o la sensación de su escasez—se ha convertido en una fuente constante de estrés en nuestras vidas por el ritmo tan acelerado en la sociedad en la que vivimos, todo es instantáneo.

La forma en que gestionamos nuestro tiempo está íntimamente ligada a nuestras emociones y creencias profundas, incluso a nuestra forma de ser.

Saber gestionar el tiempo, no tiene que ver exclusivamente con la eficiencia, sino con elegir conscientemente dónde ponemos nuestra atención. Es preguntarse mentalmente, ¿esto merece que le ponga atención?

Para poder hacer esto necesitamos dos principios claves: la claridad y la intención.

La claridad para tomar decisiones conscientes, y la intención para que sea algo que nos nace hacer, y que no lo hacemos por obligación.

Ahora, si te preguntas, como podemos gestionar mejor nuestro tiempo para que el estrés no nos carcoma por dentro. Te voy a decir 2 estrategias para conseguirlo, basado en estos 2 principios anteriores:

1.- Crea un mapa de lo esencial

En lugar de organizar tareas en "urgentes" o "importantes", pensemos en cómo cada acción impacta nuestra vida en términos de presencia, bienestar y significado.

El objetivo no es hacer más, sino hacer con intención. Comienza cada semana con una sola pregunta: "¿dónde quiero poner mi energía?" y organiza tu tiempo en torno a eso.

2.- La brújula de las decisiones conscientes

Cuando el estrés se instala, solemos actuar desde la "reactividad". Ejemplo: "Me hacen, les hago", "Me gritan, yo les grito", "Me golpean, yo los golpeo", etc.

Para romper ese patrón, podemos usar tres preguntas antes de decir "sí" a algo:

¿Esto está alineado con lo que realmente valoro?

• ¿Si digo sí a esto, a qué le estoy diciendo no?

• ¿Cómo me hará sentir esta decisión en una semana?

Esta pequeña pausa cambia por completo la forma en que tomamos decisiones. Y ocasiones hace que pensemos más de una vez lo que vamos a hacer.

Te dejo una de mis frases matonas favoritas.

"No supongas, mejor pregunta. No supongas, mejor lee. No supongas, mejor ten fe."