Cómo aprender del sufrimiento y el dolor

Hace mucho saqué en mi programa de radio un programa sobre el cáncer de mama, y el nombre que decidí ponerle fue: "El Cáncer. Un maestro que nadie quiere tener", y sí, nadie quiere tener un maestro como esa enfermedad, pero, curiosamente, muchas personas que lograron ganar su lucha contra el cáncer, me han dicho que aprendieron muchas cosas de él, especialmente, a vivir.
Todos quisiéramos tener una vida sin dolor, pero eso no existe; porque en algún momento afrontaremos eventos o situaciones que nos golpearán, ya sea física, mental o emocionalmente, y nos golpearán fuerte.
Una técnica práctica es la resiliencia, que nos ayudará a soportarlo, pero tendremos que aprender de esa experiencia que nos marcó para volver a vivir.
Ahora, puede que la pregunta suene complicada, pero ¿cómo podemos aprender del dolor?, muchas veces nos ciegan las emociones y preguntas, un enojo por no tener respuesta a la pregunta, "¿por qué yo?, ¿por qué a mi?", y como digo en una de mis conferencias, no sé porque te pasó eso, pero lo que si puedes hacer, es ver que haces con eso que pasaste.
Quizá no haya una manera exacta de poder saber porque nos pasan las cosas, pero si hay maneras de poderlo entender, darle un sentido, y poder aprender de ese dolor que sufriste. Un abandono, una pérdida, una desilusión, una infidelidad, una enfermedad, una separación, etc.
Por eso, te voy a decir 2 formas, en las que yo he aprendido a poder entender el dolor, darle un significado y seguir adelante en esta aventura que se llama vida.
1.- Cultiva la ecuanimidad
La ecuanimidad, es la capacidad de mantener un equilibrio emocional frente a las experiencias que experimentamos, tanto las agradables como las desagradables.
Implica aprender a no aferrarnos, de manera desesperada a las experiencias placenteras pero tampoco rechazar automáticamente las dolorosas.
En su lugar, cultivamos una perspectiva equilibrada que nos permite navegar los altibajos de la vida con mayor estabilidad y serenidad.
2.- Tener autocompasión
Esta es una técnica que mencionó en muchas ocasiones, y no es para más, muchas veces, ante ese sentimiento de insatisfacción, ansiedad, angustia o tristeza, nos criticamos a nosotros mismos de manera inconsciente.
Nos decimos comentarios como por ejemplo: "¡Por qué hice eso!", "¡Que tonto fuí!"; y ese tipo de comentarios merman nuestra autoestima y como nos tratamos.
Ser auto compasivo con uno mismo implica tratarnos a nosotros mismos con la misma amabilidad y comprensión que ofrecerías a un amigo que quieres y que está sufriendo.
Esta práctica nos ayuda a reconocer que el sufrimiento es una parte compartida de la experiencia humana. Y no debemos negarlo, sino tratar de entenderlo y aceptarlo.
Te dejo una frase muy matona y que de seguro conoces...
"La reacción ante la adversidad es lo importante. No es lo que pasa, sino cómo reaccionas a lo que pasa."